La dirigente del movimiento Barrios Unidos aseguró “que nos tiene preocupados la cantidad de chicos desde los 12 años que dejan de ir a la escuela, por diferentes motivos”. Si bien no precisó un número, Ross indicó que dichas cifras arrojan los relevamientos que realizan en diferentes barrios, donde instalan los centros de alfabetización.
Respecto a las causas que generan el abandono de los estudios, Ross indicó que “son varias” pero que “el problema económico es el principal”, ante lo cual los chicos tienen que salir a trabajar porque a sus padres no les alcanza y tienen una familia numerosa que alimentar, “o también se deben quedar a cuidar a sus hermanitos”, agregó.
Si bien la Asignación Universal por Hijo ayuda a palear está situación, aparece otro factor que se debe a la falta de educación sexual, por lo que “hay muchos adolescentes que ya son padres y tienen que dar de comer a sus hijos”, destacó
A la par Soledad Ross indicó que “si bien estos chicos que dejan de ir a clases son muy inteligentes y tienen ganas de seguir estudiando, no quieren ir a la primaria nocturna por una cuestión de miedo, de violencia e inseguridad”. A lo que agregó que “podrían acceder a la terminalidad primaria, pero el programa va desde los 18 años”.
Ante está complicada realidad, Barrios Unidos busca diferentes formas de contener a los jóvenes y adultos, pero “no podemos con todos”, explicó Ross. Para facilitar la alfabetización es que trabajan desde hace años con diferentes programas como “Yo Sí Puedo” y la iniciativa nacional “Encuentro”.
En mayo el Movimiento abrió un nuevo centro de alfabetización en el barrio Esperanza, que se suma a otros tres que vienen funcionando desde el año pasado y donde, para fines de mes, estarían concluyendo las capacitaciones. Simultáneamente a mediados de años pretenden habilitar otros centros, pero lo mismo depende de la cantidad de voluntarios con que cuenten para dar clases.
“Necesitamos personas voluntarias que hayan terminado el secundario y que quieran dar clases”, solicitó Ross. “Desde que trabajamos contra la alfabetización siempre han colaborado con nosotros diferentes profesionales universitarios y terciarios que dan clases ”, agradeció.
“YO SÍ PUEDO”
El programa “Yo Sí Puedo” es una metodología diseñada en Cuba, regionalizado y que en nuestro país se viene implementando desde el 2004. Aunque recién en el 2011 su utilización se comenzó a hacer con apoyo y reconocimiento de las autoridades educativas.
El programa consiste en teleclases, donde se visualiza una dramatización típica de un día de clases, con las maestras y los participantes. El método de aprendizaje permite aprender a leer y escribir en 4 meses ya que la enseñanza se da por asociación.
“Primero se enseñan las vocales y cada una se le asigna un número, luego se van incorporando las consonantes aunque no ordenadas y también se les va asignando un número”, contó Ross.
Desde que Barrios Unidos comenzó a implementar esta metodología en 2004 ya se ha alfabetizado a unas 600 personas. Soledad Ross detalló que la mayoría de los participantes son mujeres y que las edades van desde los 17 años, pero el grueso de los participantes son de 25 años.
Si bien el programa da rápidos y efectivos resultados, solamente ofrece una capacitación que luego debe ser completada por el sistema educativo formal. Y es allí donde surge otro inconveniente, explicó Ross, “solamente un porcentaje muy bajo de las personas que se preparan con el “Yo Sí Puedo”, ingresan a la escuela”.
En principio el inconveniente se debía a la falta de programas oficiales de finalidad primaria, situación que fue resuelta por las autoridades de educación, pero la falta de continuidad aún persiste y es por ello que muchas de las personas capacitadas con el programa “Yo Sí Puedo” volvieron a reingresar a los talleres, pero ya en una etapa superior del programa el “Vos Podés”.
De todas maneras, el movimiento debe incentivar a los participantes para que luego de terminar el programa accedan a los programas de finalidad primaria oficiales. “El problema es que la gente trabaja y si es lejos no van a clases. Eso juega en contra de la continuidad del aprendizaje”.
Por otro lado, la referente de Barrios Unidos reclamó mayor atención por parte de los medios y la sociedad. “Pocos son los que saben sobre nuestro trabajo y eso repercute en que no tenemos ayuda”.
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